Trujillo explicó que el proyecto de incentivar un nuevo tipo de viviendas de reducido tamaño está actualmente en estudio por parte de su Ministerio, en colaboración con la feria de construcción de Barcelona, Construmat. La ministra había anunciado el lunes la posibilidad de modificar la normativa actual sobre VPO para dar cabida a este tipo de soluciones "del siglo XXI", subrayando que en el caso de una vivienda, "la dignidad no se mide en metros". "¿Es digna —se preguntó la ministra— una persona por tener una vivienda de 2.000 metros cuadrados?". Lo importante, dijo, es que la vivienda sea adecuada a las necesidades de los ciudadanos.

La ministra cree que 25 o 30 metros es una dimensión "suficiente" para un colectivo de ciudadanos, principalmente jóvenes, que demandan estos pisos que, según subrayó, están teniendo "mucho éxito" en otros países de la UE, especialmente en los nórdicos. Por ello, explicó que se trata de un tipo de viviendas pensadas para aportar soluciones "transitorias" a un colectivo de ciudadanos que actualmente las demandan en función de las necesidades derivadas del "ciclo vital" en que se encuentran.

En todo caso, la titular de Vivienda aclaró que la promoción de viviendas de estas dimensiones sólo constituye el objeto de un estudio que su Ministerio abordará en colaboración con el sector privado en virtud de un convenio suscrito el lunes en la feria dela construcción de Barcelona, Construmat. Según la ministra, con este proyecto el Ministerio pretende "estudiar e investigar todas las tipologías de viviendas protegidas" y "no ser ajeno a las iniciativas innovadoras de los profesionales del sector".

Explicaciones en el Congreso

La propuesta planteada por el Ministerio de Vivienda de reformar la legislación para poder construir pisos protegidos de 25 o 30 metros cuadrados ha recibido un aluvión de críticas desde el ámbito político y social, por no ofrecer una verdadera solución al problema actual de la vivienda. Mientras el PSOE defendía la iniciativa y el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, recordaba que su primer piso de juventud tenía esos 25 metros, la oposición ha rechazado de pleno el proyecto de Trujillo.

El PP ha decidido solicitar la comparecencia urgente en el Congreso de la ministra para que explique la iniciativa, calificada de "auténtica barbaridad" por su portavoz de Vivienda, Pablo Matos, quien aseguró que Trujillo pretende volver a construir viviendas protegidas "como en la posguerra". Reconoció que la construcción de viviendas de 25 ó 30 metros cuadrados puede ser una solución parcial para estudiantes o para el centro de algunas ciudades, pero descartó que pueda plantearse como solución a los problemas de acceso a la vivienda.

La ministra Trujillo aseguraba ayer, en todo caso, que este tipo de viviendas no se incluirá en el Plan Vivienda que elabora su Departamento, dado que la posibilidad de construir VPO de 30 metros cuadrados constituye sólo el objeto de un estudio, mientras que el nuevo Plan Vivienda está ya diseñado y actualmente se debate con las comunidades autónomas.

La Generalitat no reducirá las VPO

Desde la Generalitat de Cataluña, la directora general de Vivienda, Carme Trilla, rechazó también la iniciativa, al apuntar que "nosotros no estamos en esta línea" y "de ninguna manera investigamos" construir pisos más pequeños. De hecho, apuntó que en Cataluña la superficie mínima de una vivienda es de 36 metros cuadrados, un tamaño que "nunca se aplica", y que constrasta con la suèrficie media real de la VPO, que se sitúa entre 70 y 80 metros. En este sentido, el conseller en cap, Josep Bargalló, situó en la pura "teoría arquitectónica e intelectual" la propuesta de Trujillo, que forma parte de un estudio que también apoyan la propia Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, y del cual "puede salir un acuerdo o nada".

El Ayuntamiento de Madrid, en cambio, se desmarcó de esta tesis y de la línea crítica marcada por el PP, y consideró positivo dejar la puerta abierta a poder hacer VPO de esas dimensiones. Para el responsable de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, la propuesta de Trujillo resulta "indigna e inmoral", y recuerda los pisos soiales de 30 metros "que hacía Franco". Desde Izquierda Unida se advierte, además, de que ofrecer pisos en propiedad de escaso tamaño no necesariamente permitirá pasar más adelante a viviendas más grandes, y cuando las familias crecieran, se acabarían "amontonando en guetos".

Casas de "épocas pasadas"

En el ámbito de las organizaciones de consumidores, la medida se ha acogido también con cierto recelo y con la petición de que las "miniviviendas" que se construyan sean para alquiler, a precios asequibles y de claro carácter transitorio. Así, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cree que la propuesta es "un parche" que recuerda "épocas pasadas", no una solución a largo plazo, puesto que habría de que "incidir en el precio del metro cuadrado y no en el número de metros".

La Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) calificó esta iniciativa de "mínima para la calidad de la vivienda", aunque apoyó la construcción de viviendas de pocos metros si están destinadas al alquiler para jóvenes, personas mayores o parejas sin hijos. La organización Facua apuntaba que podría ser una buena medida, en cambio, personas con un alto grado de movilidad geográfica por motivos laborales, a modo de hoteles o pensiones, donde sólo se pernocta unos días.

Menos uniformes han sido las reacciones en el negocio del ladrillo. Para las inmobiliarias y el Colegio de Arquitectos, se trata de una opción que tendría mucha acogida entre jóvenes que quieren independizarse, solteros, separados o, simplemente, personas que viven solas. Para la Asociación de Constructores y Promotores, de 30 metros cuadrados puede salir, incluso, una vivienda "muy digna para dos personas". Sin embargo, los promotores de Madrid piensan que hacer VPO de estas dimensiones no hará bajar los precios y sí repercutiría en la calidad de los inmuebles, además de que considera que trata de un tamaño que pasaría a resultar "absolutamnete insuficiente" en cuanto en él convivieran dos personas.