El ministro de Economía y Hacienda dará a conocer las principales novedades fiscales durante el acto de
presentación del número extraordinario de la revista "Economistas" del Colegio de Economistas de Madrid.
La reforma se centrará principalmente en la reducción de tramos, en una importante rebaja del tipo máximo
del IRPF, un recorte de las deducciones de los planes de pensiones y alguna corrección en la desgravación
por compra de vivienda. El nuevo IRPF conllevará una reducción del número de tramos de la tarifa, ya que
los cinco actuales pasarán a ser tres o cuatro, después de que fuera descartada la posibilidad de instaurar
el tipo único, que sólo se aplica en tres países de la Unión Europea (Eslovaquia, Letonia y Estonia).
Por su parte, el tipo máximo, posiblemente, bajará del 45 por ciento actual a uno que se aproximará al 42
por ciento, con lo que se acercaría a la media de los países de la Europa de los 25 (41,61 por ciento).
El objetivo que persigue esta reforma es que afecte lo menos posible a la recaudación del Estado, por ello
será muy importante en qué porcentaje se sitúa el tipo marginal mínimo, que en la actualidad está en el 15
por ciento y que podría bajar, -si lo hace-, uno o dos puntos porcentuales, a pesar de que ya es inferior
a la media de la UE-25 (20,88 por ciento).
Deducciones por compra de vivienda
Otro de los asuntos estelares de la reforma fiscal es la deducción por la adquisición de vivienda, que
variará muy poco respecto a los últimos años, según afirmó el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes,
que calificó de "razonable" el límite actual de desgravación situado en el 15 por ciento para aportaciones
anuales de hasta 9.000 euros.
En cualquier caso, las posibles modificaciones no afectarán a aquellos contribuyentes que hayan comprado su
vivienda antes de la puesta en marcha de la reforma, que también prevé una deducción para los inquilinos de
viviendas arrendadas, tal y como ocurre ya en algunas comunidades autónomas.
Otra de las posibles innovaciones será la intención que tiene el Gobierno de que los rendimientos del
ahorro generados en más de un año tributen a un mismo tipo, que podría situarse en el 18 por ciento, un
tipo que afectaría también a las plusvalías de más de un año, cuyo gravamen actual es el 15%.
La reforma también prevé ampliar las ventajas fiscales de las que disfrutan los planes de pensiones a
los seguros por dependencia, que puede ayudar a solucionar este problema, que ya afecta en España a más
de dos millones de personas (que han perdido su autonomía para desarrollar las tareas de la vida diaria).
Por su parte, las desgravaciones de los planes de pensiones se reducirán de los 8.000 euros anuales a cerca
de 6.000 euros, con el fin de respetar los incentivos de las clases medias y evitar que se beneficien las
rentas más altas, como considera el Gobierno que sucede en la actualidad.
En cuanto a las deducciones por hijos, la reforma irá encaminada a evitar que la reducción sea siempre la
misma independientemente de la renta del contribuyente, como sucede en la actualidad, con ello lo que se
persigue es que las rentas más bajas puedan beneficiarse de un mejor tratamiento fiscal.
La reforma, cuyas líneas básicas se presentarán hoy será aprobada por el Parlamento en el último trimestre
del presente año, con el objetivo de que entre en vigor el 1 de enero de 2006. |