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Banco de España amplía la vigilancia sobre la fuga de dinero al extranjero

29.06.2010 J. Zuloaga / A. Antón

La fuga de capitales al extranjero se ha convertido en el último dolor de cabeza para el Banco de España. El supervisor financiero ha dado orden a todos sus inspectores de que vigilen cómo está impactando la salida de dinero al extranjero propiciada por los temores sobre el futuro de la economía española y los nuevos impuestos –como el de las rentas altas que estudia el Gobierno– en los balances de la banca.

Al Banco de España le preocupa que el traspaso de cuentas –hasta ahora abiertas en España– a otros países, como Suiza, Luxemburgo e Irlanda, genere nuevas turbulencias a las entidades financieras nacionales.

Por ello, ha instado a sus inspectores a valorar cómo está siendo el impacto en cada entidad y lo que están haciendo para contener el flujo de dinero que hace las maletas.

Miles de millones
En lo que va de año, los productos de inversión y ahorro sufren fugas por 18.000 millones de euros netos (diferencia entre entradas y salidas de capital), casi 9.000 millones de los fondos –entre enero y mayo– y otros 9.000 millones de depósitos y cuentas –entre enero y abril–. En el caso de estos productos de pasivo, ni siquiera las campañas de depósitos al 4% han logrado contener el flujo de clientes retirando dinero.

Los expertos consideran que uno de los principales motivos de esta salida de dinero ha sido las necesidades de liquidez derivadas de la crisis, como, por ejemplo, la amortización de créditos. Pero también reconocen que la percepción riesgo país de España ha contribuido en gran medida a la salida de dinero.

“Se están produciendo fugas de capital hacia el extranjero. Esto no ha hecho más que empezar teniendo en cuenta la inseguridad y falta de credibilidad del país”, asegura Borja Durán, socio director general de Wealth Solutions, EAFI.

Uno de los principales detonantes de esta situación ha sido el efecto de la crisis griega en la percepción de riesgo hacia la economía española. Uno de los indicadores que se emplea para medir el nerviosismo de los inversores hacia la economía de un país, el diferencial con la deuda alemana, se ha multiplicado por cuatro desde el arranque de 2010 en el caso español, hasta 194 puntos básicos.

Las perspectivas de un nuevo impuesto para las rentas altas, tal y como apuntó el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, también ha contribuido a que los grandes clientes de las entidades financieras españolas exploren la posibilidad de llevar su dinero a otros países. Luxemburgo e Irlanda son las opciones que barajan los grandes patrimonios, aunque aquellos que tienen dudas sobre la viabilidad del euro optan por llevar su dinero a Suiza.

Evasión de capital
Otro de los factores que tiene en cuenta el Banco de España es la evasión de capitales, que ha puesto de relieve la revelación de los datos de hasta 1.500 clientes españoles con dinero en la filial de HSBC en Suiza.

Aunque nuestro ordenamiento jurídico reconoce la libre circulación de capitales, los reguladores exigen su control de cara a poder identificar movimientos de capitales que puedan tener un origen ilícito y una función blanqueadora de activos. “La presión exterior por parte de los organismos internacionales ha incrementado las actuaciones del Banco de España para lograr un mayor control de los sujetos obligados por la ley de Prevención de Blanqueo de Capitales, como los bancos y las cajas”, explica Santiago Milans del Bosch, socio de Cuatrecasas.

El jurista recuerda que la reciente transposición de la directiva europea del blanqueo ha aumentado los requisitos que tiene que cumplir la banca en materia de control, custodia de documentos e información periódica de operaciones sospechosas, de ahí que las entidades de crédito se estén viendo obligadas a incrementar sus equipos de personal destinados a controlar los movimientos de capitales para dar parte al Banco de España. “Los mayores requerimientos del regulador nos han obligado a duplicar nuestro departamento de prevención de blanqueo para poder hacer frente a un mayor volumen de trabajo”, explican fuentes bancarias.

Planes extraordinarios de liquidez
En el caso de que una entidad se estuviera viendo gravemente afectada por la fuga de capitales, el Banco de España podría exigirle que realizara un plan extraordinario de liquidez. En ese plan, el banco o caja tendría que detallar su estrategia para compensar activo y pasivo en la nueva situación, no prevista anteriormente. Si se tratase de un caso complicado, el supervisor financiero español podría requerir que la entidad le informase a diario de cómo evoluciona su liquidez, como se ha dado en varias ocasiones durante la crisis.