|  ECONOMÍA Y POLÍTICA


Hacienda carga de nuevo contra las grandes fortunas

Publicado el 13-02-09 , por C. Cuesta / E. S. Mazo

Tras darle la puntilla a las sociedades de inversión (Sicav), la Agencia Tributaria se lanza ahora a por la otra gran alternativa de gestión de las grandes fortunas: los seguros 'unit linked', que integran cestas de fondos.

Primero fueron las sociedades de inversión, conocidas técnicamente como sicav (sociedades de inversión de capital variable). Las grandes fortunas se encontraron con el ataque directo de la Agencia Tributaria contra este mecanismo de ahorro. Y ahora le ha tocado el turno a una de las grandes alternativas que generaron los asesores a causa precisamente de ese ataque fiscal y como vía de salida de un producto, la sicav, que parecía maldita a los ojos de los inspectores de la Agencia Tributaria.

El nuevo foco de ataque han sido los seguros (unit linked, que integran cestas de fondos de inversión) ubicados en el extranjero, especialmente en Luxemburgo, que, pese a contar con pasaporte europeo no son del todo bien vistos en las fronteras nacionales. El propio Ministerio de Hacienda ha plasmado en una consulta de la Dirección de Tributos su visión sobre un producto al que castiga ahora.

Pero esta vez, el ataque, además, parece tener peor solución. Las sicav, que se convirtieron en el sistema de ahorro preferido por la práctica totalidad de las grandes fortunas hace cinco años, acabaron siendo salvadas por el propio Gobierno.

Contaban con un beneficio fiscal de gran atractivo -tributar al 1% en el Impuesto de Sociedades en vez de al 30% que pagan por regla general las empresas– y la Agencia Tributaria combatió que este beneficio pudiese premiar a productos de ahorro que, al menos en determinados casos, se diseñaban como fórmulas a medida de una familia o persona, y no de un colectivo.

Los inspectores señalaban por aquel entonces que el 1% de pago, según la ley española, sólo se podía aplicar si el producto de ahorro era colectivo, no individual. Y fue el propio Gobierno el que, en un momento de fuerte crecimiento económico y ningún problema recaudatorio, decidió firmar la paz con las grandes fortunas: tramitó en el Parlamento en 2005 el perdón a las sicav, de forma que la mayoría de las actas fiscales pudiesen acabar siendo tumbadas ante los tribunales.

Pese al perdón, la sombra de la inseguridad jurídica golpeó a las sicav. Y muchas grandes fortunas pensaron en mecanismo alternativos menos expuestos al ataque fiscal. Lo habían advertido, de hecho: “Si el ataque fiscal no cesa, trasladaremos el ahorro a Luxemburgo”, afirmaban por entonces.

En medio de ese proceso, llego la recesión. Y muchas cosas cambiaron. Entre otras, la recaudación del Estado, claramente debilitada. Y, justo en ese momento, es cuando Hacienda, el propio Ministerio, ni siquiera la Agencia Tributaria, acaba de aclarar el régimen fiscal de los seguros “domiciliados en otro Estado miembro del Espacio Económico Europeo” de los que “pueda entenderse que se trata de instrumentos destinados a efectuar una gestión privada de carteras”, con “posibilidad de decidir, de forma directa, o indirectamente” por el propio tomador del seguro “los activos en los que, en cada momento, desea que se inviertan las provisiones”. Y el régimen será especialmente negativo: lo que se denomina técnicamente “imputación anual”, como destaca la respuesta de Tributos del pasado 15 de diciembre.

Hacienda explica que, en consecuencia, los inversores con estos productos deberán “imputar, en su declaración del IRPF, como rendimiento del capital mobiliario de cada periodo impositivo la diferencia entre el valor liquidativo de los activos afectos a la póliza al final y al comienzo del período impositivo”. Es decir, que cada año deberán pagar por ella al Fisco en su declaración de la renta. Los expertos consultados por EXPANSIÓN destacan que el régimen fiscal es totalmente desincentivador puesto que en la mayoría de inversiones sólo se paga impuestos al término de la inversión.

Los expertos destacan un problema adicional, basado en que, puesto que se trata de seguros ubicados fuera de España y especialmente en Luxemburgo, el acceso a los datos del beneficio obtenido puede ser difícil (Luxemburgo tiene secreto bancario), por lo que podría llegarse al caso de que la Inspección de Hacienda estime el beneficio logrado.

Contra la fuga de capitales al extranjero
El ataque no llega en un momento cualquiera. Con lo peor de la recesión por llegar –como admite incluso el Gobierno– y la recaudación en caída libre –el Ejecutivo ha llegado a pensar incluso en una amnistía fiscal–, Zapatero teme una salida de fondos españoles hacia el exterior. La fuga de capitales encuentra alicientes, según los expertos, ya que los países europeos, por medio de recortes fiscales a las empresas, han arrinconando a España.

Junto a paquetes de ayudas en Alemania, Francia –la otra gran socia comercial– acaba de anunciar rebajas para las compañías, que sucede al que ya lanzó Portugal. España queda, así, arrinconada en el Viejo Continente, y sin previsión de hacer rebajas fiscales.