ECONOMÍA

Hacienda quiere llevar su pugna con las grandes fortunas ante la justicia

26.02.08 - J. A. BRAVO

Hacienda quiere llevar ante la justicia ordinaria el conflicto que mantiene con las denominadas grandes fortunas de este país, a raíz del trato privilegiado que reciben desde hace años las sociedades de inversión colectiva de capital variable que canalizan sus ahorros (conocidas como sicav), aunque duda de la eficacia final de esta medida y no ha confirmado si la tomará. El último detonante de esta guerra ha sido una sentencia del Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC), en la que confirma la potestad de la Comisión Nacional del Mercado de Valores para intervenir en estos casos, incluso por encima de la propia Agencia Tributaria.

Hombres de paja

Los inspectores del fisco consideran que el regulador del mercado, al que el Parlamento le concedió hace dos años la competencia para determinar cuáles de esas entidades cumplían las reglas, se muestra más laxo en la fiscalización de un fraude que temen esté generalizado en este sector, donde predomina el uso de «hombres de paja» para lograr ventajas fiscales importantes. En privado, los responsables de Hacienda también comparten en parte este argumento, si bien en público tratan de evitar la polémica porque fueron sus propios responsables políticos los que negociaron con CiU ese respaldo a la CNMV frente a la administración tributaria, refrendado después por el Congreso de los Diputados el 30 de junio de 2005.

Aquellos cambios (confirmados después con la entrada en vigor en 2006 del reglamento de inversiones de instituciones colectivas) fue para los inspectores casi una «amnistía fiscal» encubierta, pues estiman que en ese momento sólo dos de cada diez sicav investigadas no incurrían en algunas irregularidad tributaria. Por el contrario, las entidades financieras aplaudieron ese cambio normativo pues, no en balde, tienen en esas sociedades uno de sus productos de mayor demanda entre los inversores VIP, que aglutinan los patrimonios más importantes. Por este motivo, también eran un objetivo destacado en la labor de control de la Agencia que, sin embargo, ahora parece haber quedado desarmada tras el último fallo del tribunal económico.

Los inspectores sostienen que, en vez de repartir el patrimonio de cada Sicav entre sus distintos partícipes, en realidad se ocultan en ellas las inversiones de una sola o unas pocas fortunas, que suelen controlar el 99% de la sociedad.