16 diciembre 2007

DELITO FISCAL

Hacienda descubre en cuatro años una bolsa de fraude de 874 millones

TERESA ABAJO t.abajo@diario-elcorreo.com

  • Esta cantidad supera la suma de los presupuestos de los ayuntamientos de Bilbao, Barakaldo y Getxo

  • Desde 2003 se han dictado catorce sentencias condenatorias por delito fiscal, algunas con penas de cárcel


    PRIORIDAD. El diputado general consulta unos datos
    con el titular de Hacienda durante un pleno. / MAIKA
    SALGUERO


    MEDIDAS CONCRETAS

    Embargos cautelares: Para garantizar el ingreso
    de las cantidades defraudadas.

    Ampliación de la plantilla: De liquidadores e
    inspectores.

    Personación: Como acusación particular en todos
    los delitos contra la Hacienda pública.

    Investigación: De las tramas de fraude, con
    especial atención al IVA intracomunitario.

    Presencia: En procedimientos de quiebra o
    suspensión de pagos.

    Convenios: Con la Unidad de Delitos Económicos
    de la Ertzaintza, la DGT, Colegio de Registradores
    de la Propiedad y Mercantiles, Tesorería General
    de la Seguridad Social.

La lucha contra el fraude fiscal se está convirtiendo en una batalla sin cuartel en Vizcaya, con nuevos medios en las tareas de inspección y más sectores profesionales en el punto de mira. El diputado de Hacienda, José María Iruarrizaga, presentó ayer en las Juntas Generales el balance de las actuaciones de su departamento en este campo y aportó numerosos datos, que se resumen en uno: desde el 1 de julio de 2003, la Diputación ha descubierto a empresas y particulares que han eludido el pago de 874 millones de euros (150.000 millones de las antiguas pesetas). Esa cantidad equivale a la mitad del presupuesto de gestión propia del Gobierno foral para el próximo año.

Iruarrizaga, que compareció a petición propia ante la Cámara, eludió poner calificativos a esta cifra. «No es mucho ni es poco, es lo que es», afirmó. Sin embargo, bastan algunas comparaciones para hacerse una idea de su envergadura. El importe del fraude que ha aflorado supera los presupuestos de los ayuntamientos de Bilbao, Barakaldo y Getxo juntos. Traducido a hormigón, con este dinero se podrían pagar las obras de la primera fase de la 'Supersur', los túneles de Artxanda y el corredor del Txorierri.

De esos 874 millones, que incluyen intereses y recargos, «se está ingresando el 70% o 75% en vía voluntaria», explicó el diputado. La institución foral confía en recuperar al final del proceso -cuando actúe el servicio de recaudación- el 90% del dinero. La suma es fruto de 2,5 millones de actuaciones sobre personas físicas y compañías. La mayoría están relacionadas con el IRPF, pero es el IVA -donde las irregularidades son más difíciles de detectar- el que esconde las mayores partidas de dinero negro.

Algunos de estos casos acaban en los tribunales. En este periodo, Hacienda ha remitido a la Fiscalía 51 informes por presunto delito fiscal -cuando el fraude es premeditado y supera los 120.000 euros- y han sido dictadas catorce sentencias condenatorias. Los jueces han impuesto «varias» penas de cárcel y sus fallos suponen más de 37 millones de euros en conceptos de responsabilidad civil, sanciones penales e intereses.

Aunque éste es el balance de cuatro años, la labor de inspección se ha intensificado a partir de enero de 2006. Hasta entonces, según informó Iruarrizaga, se habían detectado anomalías por valor de 385 millones y sólo había 26 informes por presuntos delitos; es decir, la mitad de los resultados que hay ahora.

«Díganme dónde hay»

Hacienda se ha reforzado en varios frentes. Ha ampliado la plantilla de inspectores -que han pasado de 23 a 37- y las competencias de los 43 subinspectores de tributos. Además, ha creado la unidad de auditoría informática, con siete actuarios. De esta forma accede al disco duro de los ordenadores para verificar si la contabilidad de las empresas se corresponde con los ingresos declarados.

También ha impulsado otras medidas, como los embargos cautelares, para garantizar que el dinero negro que se descubre acaba ingresado en las arcas forales. El importe obtenido por esta vía se ha multiplicado por cuatro desde 2003 y este año supera los 12 millones de euros. Las nuevas tecnologías se pondrán al servicio de este mismo empeño, ya que la información que se obtiene por Internet «tiene menos errores» y es más útil para los inspectores. El diputado aseguró que su departamento tiene la intención de «ir obligando a colectivos cada vez más numerosos a que presenten todas sus declaraciones a través de Internet, facilitándoles los medios para hacerlo».

«No nos cansamos de repetir que la lucha contra el fraude es una de nuestras prioridades», enfatizó Iruarrizaga. El responsable foral no quiso especular sobre el volumen total de dinero que se oculta a la Administración más allá de los datos que se han comprobado. «Es fácil caer en la demagogia. Si lo saben, díganme ustedes dónde hay», pidió a los grupos junteros.