Sábado 17 de noviembre de 2007

El inspector de Hacienda designado al caso pidió la excedencia y pasó a ser asesor de la empresa

La primera denuncia sobre posibles irregularidades fue presentada por uno de los socios ante la Agencia Tributaria en un escrito con fecha de 30 de diciembre de 2003, en el que se aportaba abundante documentación, incluida una copia de la caja B de la empresa. Así, se manifestaba que el denunciante había solicitado la regularización tributaria de las entidades y no le habían hecho caso. En su declaración señalaba que había prestaciones de servicios no declaradas y adquisiciones inexistentes instrumentadas en facturas falsas mediante proveedores de gasóleo, así como "fondos opacos destinados a retribución de Administradores".
El socio que ha denunciado al grupo empresarial asegura que seis meses después de su declaración escrita la Agencia Tributaria comenzó una investigación en una de las empresas de la firma, si bien el mismo inspector encargado de hacerla solicitó meses después la excedencia, se dio de alta como autónomo y se convirtió en asesor externo de los investigados.
El denunciante expone en un escrito remitido a la responsable de la auditoría interna de la Agencia Tributaria que él y su familia sí se vieron investigados exhaustivamente por Hacienda. "Resulta paradójico que la Administración se ocupe de una empresa recién constituida, cargada de deudas y préstamos, y desatienda un gigantesco fraude instrumentado con facturas falsas de una tupida red de gasolineras, proveedores de neumáticos y grúas, de los que se aportaron pruebas palpables. Una desatención que ha conducido a la prescripción de múltiples deudas por fraude a la Hacienda Pública", según explica en su escrito.