Lunes, 25 de junio de 2007

Pedro Solbes: «Defenderé que se incluyan en el programa electoral más rebajas de IRPF y Sociedades»

POR YOLANDA GÓMEZ/ ÁNGEL LASO D´LOM

El responsable de la economía española vive el final de legislatura con un sabor agridulce. Los buenos datos económicos se han visto ensombrecidos por la injerencia gubernamental en operaciones empresariales, que han llegado a provocar una grave crisis en el supervisor bursátil.

-La economía crece por encima del 4%, la inflación se ha desacelerado y el déficit exterior parece moderar su incremento. Sin embargo, los ciudadanos perciben que pagan más por la hipoteca, por la luz, por el transporte...

-No todo son situaciones contradictorias, hay una cierta coherencia. Las cifras macro son buenas, estamos creciendo por encima del 4% y la inflación está ahora en un buen momento, aunque la situación en el segundo semestre va a ser más complicada. En cuanto al ciudadano, es verdad que una política monetaria más restrictiva, que nos va a permitir crecer más en el futuro, trae consigo algún problema de mayores costes de hipotecas. Es verdad que hay subidas de precios como consecuencia, sobre todo, de la subida del crudo.

-¿Por eso sube la luz?

-En economía, siempre alguien paga la factura, y si no lo hace el que utiliza los servicios en este momento, los pagará el utilizador futuro, o el ciudadano vía impuestos o vía ineficiencias del sistema. Pero no creo que el ciudadano esté en una mala situación: hay más españoles trabajando, la renta per cápita, que era de 19.000 euros hace tres años, ahora es 23.000 euros. Hemos bajado los impuestos, sobre todo a las rentas más bajas, y se han tomado medidas como la subida del salario y las pensiones mínimas y la ley de dependencia, muy importantes para estos ciudadanos. Creo que en términos globales las cosas van bien y mejor que cuando llegamos.

-El «boom» inmobiliario ha llegado a su fin. ¿Cómo va a afectar a la economía? ¿Qué pasará con los inmigrantes que trabajan en la construcción?

-Hay elementos que muestran una cierta desaceleración en el sector. Pero siendo muy importante la construcción en este país, sería bueno ir cambiando progresivamente este modelo de crecimiento y es lo que muestran los datos del primer trimestre. Si la tendencia se mantiene, estaríamos logrando lo que deseamos. Que el cambio se produzca de forma tan acompasada de modo que no tengamos sorpresas. Por tanto, importancia del tema, sí; seguimiento del tema, también; interés por conocer cómo funcionan las cosas, todo; preocupación, la razonable, pero de momento el empleo que va dejando la construcción lo absorben otras actividades y vemos un reequilibrio.

-¿Hay riesgo para las entidades financieras, con unos ciudadanos tan endeudados?

-No lo veo. El Banco de España lo está siguiendo con mucho interés y está aplicando con rigor las normas sobre solvencia y no veo especial riesgo en el sector financiero. Es cierto que hay un repunte de los coeficientes de dudosidad o moras en el pago de hipotecas, pero partíamos de cifras muy bajas.

-Y las fuertes caídas de las constructoras en Bolsa, ¿no son un aviso del parón inmobiliario?

-Lo que se ha producido es un ajuste del valor. Los que no somos expertos tenemos que ser muy prudentes cuando entramos en Bolsa, más si ésta está en máximos históricos.

-¿Cómo va a acabar el año en crecimiento e inflación?

-No podemos seguir creciendo al 4,1% todo el año. Creemos que tocaremos techo y luego la economía comenzará a desacelerarse. En todo caso seguimos con niveles de actividad elevados. Con las cifras del primer trimestre, el 3,4% estimado se queda corto y habrá que revisarlo al alza en julio, con el cuadro macro de los Presupuestos.

-¿Y la inflación?

-Nos parece muy difícil poder igualar los resultados de 2006 en el segundo semestre, por el comportamiento que tuvo el precio del petróleo. Es perfectamente posible que en la segunda mitad del año veamos una subida de la inflación. En todo caso, la media de 2007 será mejor que la del pasado ejercicio.

-¿Cree que los tipos de interés van a seguir subiendo?

-Sobre los tipos no me gusta hablar. Lo que sabemos por los mensajes que manda el Banco Central es que no ha descartado nuevas subidas. En todo caso, los tipos que podemos alcanzar no tienen nada que ver con los niveles históricos españoles, si no con los alemanes.

-Ha dicho que las hipotecas deberían ser como máximo a 25 ó 30 años, pero con esos plazos muchos ciudadanos no podrían acceder a una vivienda.

-Lo razonable para una hipoteca es que dure la vida laboral de quien la paga. Si se va más lejos significa que hay riesgos y que no es una buena medida. Sé que hay gente que tiene que ir más lejos, pero no es lo deseable.

-Los Presupuestos para 2008, con el permiso del PP, han superado el primer trámite parlamentario, pero lo que queda no parece fácil. ¿Es posible que haya que prorrogarlos como en 1995?

-Vamos a empezar a trabajar con todos los grupos parlamentarios este mes y creo que si hacemos las cosas razonablemente bien todos, deberíamos tener margen para no tener ninguna dificultad en aprobarlos.

-¿Se va a introducir algo especial en el Presupuesto por si hay que prorrogarlos?

-Las segundas posibilidades hay que tenerlas siempre previstas, pero no hablar de ellas. Hay posibilidades de sacar adelante los Presupuestos.

-Este año, además del Estatuto de Cataluña, está vigente el de Andalucía, con sus compromisos. ¿Cómo se va a cuadrar el «sudoku» del reparto de inversiones?

-Son conceptos distintos. El Estatuto de Cataluña habla de infraestructuras territorializables, y ahí el debate es si infraestructura es lo que dice la ley presupuestaria o un concepto más amplio. Hay un grupo de trabajo que sigue estudiándolo. El compromiso con Andalucía es de inversión total respecto a población, y yo diría que ese condicionante se puede cumplir cómodamente.

-¿Y cómo se hace el presupuesto? ¿Se reserva una parte para Cataluña, otra para Andalucía y lo que queda se reparte entre el resto de comunidades?

-No. Hay que partir de un esquema de proyectos, de qué es lo que hay que hacer. Intentar territorializar de manera permanente las inversiones no tiene sentido, porque hay cosas que son irrepetibles, no se puede hacer la T4 todos los años, y por eso hablamos de inversiones nacionales. En el caso de Cataluña, era evidente la paralización de las inversiones en los últimos años y era razonable utilizar este criterio durante siete años.

-El Banco de España y la secretaria de Economía del PSOE se han mostrado partidarios de abaratar el despido. ¿También se defiende esa tesis desde Economía?

-Hemos optado por un modelo, el del diálogo social, y en este marco ya propusimos generalizar más el contrato con indemnizaciones de 33 días para el futuro, y no cuajó. Hay que seguir trabajando y ver qué se hace. Es un debate que me parece útil, pero con tranquilidad.

- El programa electoral del PSOE incluía un compromiso de nosubir la presión fiscal, sin embargo, y pese a la reforma del IRPF y del impuesto de Sociedades, se ha incrementado. ¿Se van a plantear reformas más profundas para la próxima legislatura?

-Tenemos un compromiso, que defenderé que continúe en el programa futuro, que es mantener la presión fiscal. Es verdad que ha subido, unos dos puntos, pero con la misma normativa fiscal que teníamos, como consecuencia de dos factores: los elementos de progresividad han provocado que una sociedad más rica dé mayores ingresos y, otro, la lucha contra el fraude está dando resultados. Además, la presión fiscal actual no va a ser la del cierre de la legislatura, porque parte de esta subida se va a corregir con la reforma que hemos puesto en marcha. Pero la lógica de esa filosofía sigue siendo válida para el futuro. Si el comportamiento de los ingresos sigue siendo muy bueno y, por tanto, hay riesgo de que la presión fiscal suba, soy partidario de plantear reformas fiscales que devuelvan a ciudadanos y a empresas parte de ese dinero.

-¿Aboga, por tanto, por volver a bajar el IRPF y el impuesto sobre Sociedades?

- Sí, creo que esta es la filosofía que voy a defender para que se incluya en el programa. ¿Qué hacer después y cuándo? Eso ya se verá.

-¿Es partidario de suprimir el impuesto de Patrimonio?

-Este tributo originariamente era censal, pero ahora, con el incremento de las rentas y la riqueza de los ciudadanos, para algunos contribuyentes ya no lo es. Por eso, será uno de los puntos a tratar en la reforma del sistema de financiación autonómica. A priori, creo que el Estado debería tener un impuesto con carácter censal y darle más capacidad normativa a las comunidades para que tomen sus propias decisiones.

-¿Y el de Sucesiones?

-Plantea un problema distinto, y es en qué medida puede incidir en la deslocalización de actividades. Algunos defienden el establecimiento de un impuesto mínimo en todo el territorio y dar un margen de maniobra a las autonomías. Otros creen que se puede renunciar totalmente a estos impuestos. Volvemos a la financiación autónomica, y estoy dispuesto a debatir qué se hace.

-En las opas sobre Endesa da la impresión de que al final quien ha ganado la carrera ha sido quien ha hecho trampa. ¿No se está lanzando un mensaje peligroso?

-Lo que esta opa ha demostrado es que la legislación permitía comprar hasta el 24,9% de una empresa sin lanzar ninguna oferta y eso es lo que ocurrió. En la nueva ley se puede comprar hasta el 30%, y se puede producir que haya dos empresas que compren el 30% cada una y que se concierten.

-Sí, pero en el tema energético el laboratorio está siendo España.

-El laboratorio está siendo aquí y en el caso específico del mundo energético, el tema Endesa-Gas Natural incluyó una serie de factores políticos que hicieron que la toma de decisiones fuera muy compleja y no se haya podido trabajar de la forma más adecuada.

-Y el final, que sea la empresa pública italiana Enel quien se quede con Endesa, ¿le gusta?

-Soy pragmático y hay que trabajar con la realidad, no es que me guste o no me guste.

-¿Seguiría al frente de la economía española si el PSOE vuelve a ganar las elecciones?

-Tenía un compromiso con el presidente para esta legislatura, ahora habrá que esperar al próximo marzo para conocer al nuevo presidente, espero que sea Zapatero, y tendrá que formar su Gobierno y será ese el momento de decidir. El año que viene tendré 65 años largos, y con cuatro años más me pondría en los 70 y hay que pensarlo.