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EXPANSIÓN - ECONOMÍA   

18 de Enero de 2006    


Hacienda estudia un duro recorte de la deducción por reinversión de plusvalías

C.Cuesta

La rebaja de los tipos del Impuesto sobre Sociedades anunciada por el Gobierno supondrá un importante vuelco al panorama de las deducciones fiscales que aplican las empresas españolas.

Hacienda ha iniciado ya los trabajos previos a la reforma y ha decidido someter a examen la deducción por reinversión de beneficios extraordinarios –más conocida como deducción por la reinversión de plusvalías–. Fuentes relacionadas con los trabajos preparativos de la reforma aseguran que “tanto este incentivo, como la deducción por I+D+i, figuran entre las principales candidatas a sufrir un recorte”.

Ventas accionariales como las realizadas por Santander, de paquetes de Auna (con plusvalías de 400 millones de euros), Unión Fenosa (con ganancias de novecientos millones) o Royal Bank of Scotland (de 700 millones); la efectuada por Acciona en varios años, sobre participaciones de Airtel (con beneficios de 2.000 millones); o, sin ir más lejos, la venta de inmuebles por valor de 676 millones efectuada por Telefónica, se han beneficiado, a lo largo de los tres años de vigencia, de esta deducción, cuya creación se aprobó al cierre de 2002.

El importe de las deducciones aplicadas por este concepto deja constancia de la relevancia de esta deducción: 1.253 millones de euros en desgravaciones fiscales en 2005, y una previsión oficial del Gobierno de que el importe final de este incentivo se duplique en el presente ejercicio.

Y es que el beneficio para las empresas que lo aplican es más que sensible. Hasta la aprobación de esta deducción –en el último Gobierno del PP– la generación de plusvalías por la venta de participaciones empresariales, inmuebles o cualquier tipo de activo no contaba con desgravaciones, por lo que las compañías debían pagar un 35% de ellas al Fisco. Las empresas tan sólo podían aplicarse un mecanismo de diferimiento en el pago a Hacienda por las plusvalías que, de forma general, se extendía a lo largo de diez años. El nacimiento de la desgravación dio un vuelco a este esquema: actualmente las grandes empresas aplican una deducción de 20 puntos sobre las plusvalías reinventidas, con lo que, en vez de pagar el 35%, tan sólo abonan un 15%. El incentivo es aún mayor para las pymes, que deducen los mismos 20 puntos, pero sobre su tipo, más bajo, del 30%, con lo que sólo pagan un 10% por las plusvalías que reinvierten.

Pero los propios expertos señalan que la norma, tal y como se definió, abrió un importante mecanismo de desvió de inversiones. La ley actual permite aplicar las deducciones, simplemente con el hecho de justificar su reinversión en sicavs (sociedades de inversión de capital variable), sociedades de capital riesgo o, incluso, sociedades extranjeras y fuera del ámbito comunitario. “Es más, un volumen considerable de operaciones de reinversión, no está siendo realmente depositado en actividades empresariales puras del sector de la compañía en cuestión, sino en mecanismos de inversión financiera”, señala una fuente del Ejecutivo.

Los expertos fiscales consultados por EXPANSIÓN confirman que el endurecimiento de los requisitos para aplicar el incentivo supondría un duro golpe a la actual importancia de esta ayuda fiscal.

Su recorte vendría acompañado de un profundo giro en la actual deducción de un 10% del Impuesto sobre Sociedades por los gastos asumidos en labores de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Este incentivo, sobre el que ya ha planteado sus dudas la Unión Europea, “no ha mostrado una gran eficacia en el desarrollo de la investigación en España”, señala una fuente del Gobierno. El mercado nacional, es de hecho, junto con Grecia y Portugal, uno de los peores situados en el ránking comunitario de patentes. Esta evidencia ha llevado al Ejecutivo a plantear su recorte y su posible sustitución por un esquema de bonificaciones por medio de pagos directos a las empresas que desarrollen la I+D+i, con el objetivo de generar “un esquema más ágil y que redunde en unos mejores resultados”, añade esta fuente.

El Gobierno estima que el resultado final de su recorte de deducciones debe provocar un saldo a favor de Hacienda de unos 1.600 millones de euros, que deberían minorar el coste general de la rebaja de Sociedades (de unos 4.000 millones de euros).



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