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NOTICIAS - NACIONAL   

28 de Noviembre de 2005    


Hacienda blinda sus mayores ingresos frente a las autonomías

M. J. F. SEVILLA

El Ministerio de Solbes creó hace un mes una Delegación Central a la que adscribe a los contribuyentes que suponen la mitad de la recaudación fiscal


El Ministerio de Economía y Hacienda ha camuflado dentro de una Orden aparentemente enmarcada en la lucha contra el fraude y publicada en el BOE el pasado 19 de octubre un instrumento que permitirá al Estado recaudar y controlar al menos el 50 por ciento de los ingresos fiscales generales del país aunque el proceso de reformas estatutarias actualmente en curso, con el Estatut de Cataluña como punta de lanza, desemboque en la creación de diecisiete agencias tributarias distintas y las autonomías traten de 'blindar' una determinada financiación mediante la inclusión de artículos específicos en sus Estatutos.

La Orden ministerial dispone la creación de una Delegación Central de Grandes Contribuyentes como órgano central de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, cuyas competencias, funciones y estructura se desarrollarán posteriormente, y de una Subdirección General de Tecnologías de Análisis de la Información e Investigación del Fraude en el Departamento de Informática Tributaria.

La Delegación Central de Grandes Contribuyentes tendrá su sede en Madrid "sin perjuicio –dice la Orden– de la existencia en otros lugares de aquellas unidades administrativas desconcentradas que en cada momento se consideren necesarias para el mejor desarrollo de sus funciones". Asimismo, ejercerá respecto de los contribuyentes adscritos a la misma las competencias y funciones propias de la Agencia Estatal de Administración Tributaria para la aplicación del sistema tributario estatal y aduanero que se determinen por resolución de su presidente.

El Ministerio dirigido por Pedro Solbes arguye que actualmente no logra la eficacia que podría lograrse con una Delegación Central que asumiese sus competencias, "sin más excepciones que las que en el ámbito de gestión tributaria se refieren a la gestión y el control de contribuyentes que no puedan considerarse como grandes o de ámbito territorial". Esta Delegación asumirá todas las funciones hasta ahora atribuidas a una serie de Departamentos del Ministerio de Economía y Hacienda, si bien se revisarán los criterios de adscripción actuales teniendo en cuenta no sólo el volumen de operaciones de los contribuyentes, sino también su implantación territorial.

Según las fuentes consultadas por este diario, el objetivo de Solbes con esta Delegación Central consiste en asegurarse los grandes contribuyentes del país (tanto personas físicas como jurídicas), que aunque pueden ser proporcionalmente escasos, aportan al menos el 50 por ciento de la recaudación. Así pues, las comunidades autónomas podrían decir que a través de las futuribles Agencias Tributarias controlarán a la inmensa mayoría de los contribuyentes de sus respectivos territorios, pero ese gran número equivaldría en la práctica a sólo la mitad de los ingresos fiscales, ya que el resto trata de asegurárselo previamente el Ministerio mediante esta normativa.

Una de las claves de la Orden es el párrafo alusivo a la necesidad de revisión de los criterios de adscripción, para lo cual se tendrá en cuenta no sólo el volumen de operaciones de los contribuyentes, sino también su implantación territorial.

Actualmente la calificación de gran empresa o gran contribuyente por parte de Hacienda se basa en su volumen de operaciones económicas, no en el lugar donde tiene su domicilio fiscal. Ahora bien, esta Orden ministerial abre la puerta a calificar de la misma manera a empresas de dimensión diferente mediante la aplicación de un criterio territorial. A título de ejemplo hipotético, podría darse el caso de que se otorgara la calificación de gran contribuyente a una empresa implantada en toda España y que facturara más de 100 millones de euros, pero también a otra sociedad que a una escala sólo regional facturara en su comunidad autónoma 50 millones de euros, e incluso a una firma que en un ámbito sólo local tuviera un volumen de negocio de 12 millones de euros (las cifras son aleatorias).

No obstante, en el texto también se especifica que la nueva Delegación Central creada por la Orden ministerial asumiría el control de los contribuyentes que se consideraran como grandes o de ámbito nacional. A priori las empresas, máxime en un mundo cada vez más globalizado y por su propia vocación de expansión en todos los mercados a fin de no estancarse y de no perder cuota, estarían interesadas en obtener la consideración de compañías de ámbito nacional. En tales casos pasarían a depender fiscalmente de Madrid y no de la Agencia Tributaria de su autonomía. También a título de mera hipótesis, pueden plantearse situaciones curiosas con, por ejemplo, cajas de ahorros como La Caixa o entidades bancarias domiciliadas fuera de Madrid, como el Sabadell-Atlántico (¿son de ámbito nacional o sólo regional?).

Lo más probable es que el Ministerio defina en otra disposición los requisitos para la calificación de "gran contribuyente" y que aproveche la primera oportunidad que tenga para ajustarse plenamente a las especificaciones de la Ley General Tributaria.

Esta Orden ministerial da a Solbes el instrumento para amortiguar el posible impacto de la fragmentación del sistema general tributario en diecisiete Agencias de Control, Inspección y Recaudación distintas, riesgo derivado de la reforma en curso de los Estatutos de Autonomía, y permite al Estado quedarse con la parte del león de la tarta fiscal: los grandes contribuyentes. Mientras los ponentes debaten en las distintas comunidades sobre cómo blindar los ingresos autonómicos en línea con lo establecido ya por el 'Estatut' de Cataluña, el Ministerio de Economía ha dado ya el primer paso para blindar los suyos.



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