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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció este mediodía que el Impuesto de Sociedades se reducirá a un tipo del 25% para la pequeña y mediana empresa y al 30% para las grandes compañías "en un horizonte razonable de tiempo".
Hizo estas declaraciones durante su participación en unas jornadas organizadas por The Economist en las que reivindicó su postura optimista frente al pesimismo del PP. También defendió los efectos positivos de la descentralización política sobre la economía.
El Gobierno pretende reformar el IRPF el año que viene para lograr "un impuesto más sencillo y justo" y "reducir la presión fiscal sobre los rendimientos del trabajo y considerar más neutralmente el ahorro". En el caso del Impuesto de Sociedades, quiere situarlo "al nivel de otros países con los que competimos internacionalmente”.
La temida descentralización económica
Respecto a la temida descentralización política en España, el presidente defendió que ésta ha traído "eficiencia e integración económica", y aseguró que el Estado "cumple y seguirá cumpliendo" como "garante último" de la unidad de mercado y de la "solidaridad interterritorial". Añadió que la "existencia de una Seguridad Social común" y la provisión y gestión de grandes infraestructuras serán otros de los garantes.
Por eso, el Gobierno que preside está "dispuesto a apoyar" las reformas estatutarias que están planteando diferentes comunidades, con la ampliación de sus cuotas de autogobierno "siempre dentro del marco de la Constitución". Según dice, dichas reformas "aportan mayor legitimación al conjunto de la acción política".
“La economía crecerá por encima de lo previsto”
También señaló que el Gobierno espera se alcance un crecimiento económico de "al menos el 3,4%" del PIB al finalizar el año, superando así las previsiones iniciales, que son del 3,3%.
Destacó el "muy vivo" ritmo de crecimiento de la economía española, del 3,5% del PIB en el tercer trimestre, el "sexto consecutivo en el que se acelera el crecimiento", y subrayó que éste es "el mejor resultado desde 2001", y "crecemos casi al triple que la economía europea".
Tras destacar el crecimiento de la demanda interna y de la inversión en bienes de equipo, señaló que "además mejoran el turismo y las exportaciones", y a este respecto señaló que el mayor dinamismo de la economía mundial y el "repunte" en la zona euro "auguran una recuperación de la demanda interna en europa", lo que "deberá impulsar una mejoría" de las ventas españolas al exterior.
También subrayó el crecimiento del empleo y la reducción de la tasa de paro hasta el 8,4%, la más baja de 1979 y por debajo de la media europea.
La inflación, uno de los desafíos
El presidente del Gobierno reconoció los "desafíos" que la economía tiene que afrontar, especialmente el de contener la inflación, y señaló que "más de un tercio" del IPC actual, que se sitúa en el 3,5%, "se explica por el componente energético asociado al petróleo".
En cualquier caso añadió que la inflación subyacente sigue siendo moderada y consideró que, aunque se mantengan los precios del petróleo en los niveles actuales, el IPC "se situará incluso por debajo del 2,5% en el último trimestre de 2006".
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