El estudio sobre nuevas tipologías de vivienda encargado por el Ministerio que dirige Maria
Antonia Trujillo al Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (ITeC) no entrará a debatir el tamaño
de los pisos, ni a estudiar la viabilidad de apartamentos de 30 metros cuadrados o la posibilidad de construir
edificios residenciales con servicios comunes, como había anunciado la ministra días atrás, suscitando una gran
polémica. Posteriormente, Trujillo aseguró que se trataba de una propuesta simplemente para el debate y de un
análisis de expertos con vistas al futuro, aunque también subrayó que la dignidad "no se mide por metros", en
referencia al derecho constitucional a disponer de una vivienda digna.
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La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, anunció el pasado 11 de abril, en la inauguración del Salón Construmat
de Barcelona, que el Gobierno estudia modificar la legislación sobre la Vivienda de Protección Oficial (VPO) para que
puedan ser más pequeñas, incluso de sólo unos 25 metros cuadrados.
Trujillo calificó entonces de "encorsetada" la actual normativa de VPO y afirmó que el objetivo es modificar la legislación
para que se puedan construir viviendas de protección oficial más pequeñas, "adecuadas a cada ciclo vital de las personas",
poniendo como ejemplo que "una persona joven puede necesitar sólo un apartamento de 30 metros cuadrados".
Las declaraciones de la ministra, que tanta polémica han levantado, venían a raíz de la firma por parte del Ministerio
de Vivienda de diversos convenios para estudiar soluciones en este sentido, acuerdos con Fira de Barcelona, con el
Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (ITeC) y con la Fundación Mies Van der Rohe. Se trataba de
desarrollar el proyecto APTM (un acrónimo de apartamento) que, según comentó el Ministerio ese día en una nota de prensa,
"presenta una propuesta arriesgada: la reducción del espacio mínimo habitable a 25 o 30 metros cuadrados con cuatro metros
de altura".
No se habla de minipisos
Los responsables del informe del ITeC, cuyas primeras conclusiones se entregarán a Vivienda el 31 de mayo, quisieron
salir al paso de la polémica suscitada por las declaraciones de Trujillo. El director del instituto, Anton Maria Checa,
quiso "dejar claro" que el objeto del estudio serán las "condiciones de habitabilidad que tendrían que cumplir las nuevas
viviendas para dar respuestas a las demandas de la sociedad, algo que la actual normativa no permite". Como ejemplo, el
Plan General Metropolitano (PGM), de 1976, fija que la superficie de la cocina tiene que estar en función del número de
habitaciones de la residencia, lo que "no tiene sentido", según Checa.
Los arquitectos aspiran a entregar al Ministerio una serie de criterios para conseguir que los residentes puedan modificar
su casa a lo largo de la vida en función de las necesidades, lo que afectaría a la distribución de los espacios, la
construcción de tabiques, las alturas, la ventilación o al equipamiento de cada habitación, entre otros elementos de
reflexión.
Así, Checa precisó que "no entraremos en la bondad o no de una superficie mínima" para un piso por dos razones. En primer
lugar porque "cada comunidad autónoma elabora su propia normativa sobre habitabilidad y superficie mínima", por lo que
no es el Gobierno quien podría fijar un nuevo estándar. A título de ejemplo, la normativa catalana permite viviendas
existentes de un mínimo de 20 metros cuadrados y de 30 metros en el caso de las de nueva construcción.
Otro de los autores del estudio, Ignacio Paricio, dio como segunda razón para no abordar el tamaño de 30 metros cuadrados
el hecho de que "el estudio será más útil para pisos de tamaño medio, entre 60 y 90 metros cuadrados", por sus
posibilidades de combinación de espacios, mientras que "sería menos útil para los de 300 metros, que no tienen problemas
de flexibilidad, y para los de 25 metros", con posibilidades muy limitadas.
Paricio afirmó que "la tendencia" a hacer pisos más pequeños, iniciada, entre otros, por el Ayuntamiento de Barcelona
al modificar sus normativas de edificación, "no puede progresar mucho más". El arquitecto recordó que el precio de los
pisos no va en estricta relación con su tamaño, por lo que consideró que "cuantos más metros nos den por el mismo
precio, mejor". Aún así, matizó que el informe contendrá una reflexiones "más arquitectónicas" que normativas. |