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Las carencias del mercado español de vivienda en alquiler son tantas, que bienvenida sea la Sociedad Pública del Alquiler (SPA) si logra ejercer su labor de manera eficaz. En España existen millones de casas vacías que no son ofrecidas en alquiler y otros tantos ciudadanos que tienen problemas para acceder a una vivienda. La futura agencia intentará casar la oferta y la demanda, ofreciendo plenas garantías de cobro al propietario. Si el mecanismo se demuestra eficaz, el Ejecutivo habrá dado un salto importante en la resolución de uno de los problemas que más preocupa a los españoles. Sin embargo, la Administración debería actuar fundamentalmente como catalizador y no como sustituto del libre mercado. A futuro, lo realmente clave es modificar leyes y mecanismos que, en el entendible afán por defender al inquilino, terminan colocando al arrendador en una posición de tanta desventaja que prefiere no ofrecer su propiedad en alquiler.
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