La propuesta de establece un tope de déficit público para las etapas más duras del crecimiento económico fue trasladada ayer por el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, al portavoz de Izquierda Verde (IU-ICV), Joan Herrera, en un encuentro que mantuvieron dentro de la ronda de contactos que se están celebrando con los distintos grupos para consensuar la reforma de la actual norma sobre Estabilidad.

Junto a la cifra máxima del 1% de déficit, Fernández Ordóñez ha recogido favorablemente la propuesta de Izquierda Verde para que la futura Ley de Estabilidad trate la financiación de los municipios, con el objetivo de que puedan incurrir en déficit y no se vean sometidos al cumplimiento del "dogma" del déficit cero, así como para que tengan una capacidad de inversión de hasta el 0,5%.

Fernández Ordóñez se comprometió asimismo ante Izquierda Verde a que las comunidades autónomas cobren un "protagonismo activo" a la hora de diseñar la estabilidad económica, papel que reside en el Estado, y propiciará, según explicó Herrera a Europa Press, que se fije una estabilidad presupuestaria en el ciclo para las CCAA, tal y como viene planteando el vicepresidente Solbes para todo el Estado.

El martes pasado, Fernández Ordóñez se había comprometido también con el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Puigcercós, a que el Estado no se servirá del superávit de la Seguridad Social para cubrir su déficit, tal y como repitió ayer el propio Solbes, que anunció que la reforma de la Ley de Estabilidad se ultimará en el primer semestre de este año.

Menos déficit de lo previsto

Ya con cifras de cierre de año provisionales, Solbes informó ayer de que el déficit del conjunto de las administraciones públicas en el 2004 -Estado, comunidades y ayuntamientos- acabó en el entorno del 0,5% del PIB, "considerablemente inferior" al 0,8% previsto inicialmente, como consecuencia de la contención del gasto público y de la positiva evolución de los ingresos.

Durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso para presentar el Programa de Estabilidad 2004-2008, Solbes explicó que la mejora del superávit inicialmente estimado para la Seguridad Social, que será superior al 1% del PIB, permitirá compensar el déficit del 1,8% de la Administración Central, porcentaje que finalmente también será inferior. Para las comunidades autónomas, se espera un superávit del 0,2%, mientras que para los ayuntamientos se prevé que cierren sus cuentas públicas en equilibrio. De cara al 2005, destacó que el conjunto de las administraciones públicas cerrarán con un superávit del 0,1%, que se incrementará hasta el 0,2% en el 2006 y hasta el 0,4% en el 2007.

Se confirma el crecimiento

En cuanto a la evolución económica, Solbes subrayó que la información disponible y el avance realizado por el Banco de España permite anticipar que el crecimiento del cuarto trimestre del 2004 fue superior al del trimestre anterior, por lo que la economía española habría crecido entre el 2,6 y el 2,7%, con un "extraordinaria" recuperación de la inversión en bienes de equipo y una evolución "muy favorable" de la creación de empleo (461.300 nuevos puestos de trabajo) durante el 2004.

Además, dijo que en el 2005 el PIB crecerá un 2,9%, siendo "factible", dijo, el objetivo presupuestario del 3%, con un importante ritmo de creación de empleo, una moderación de la inflación y una posición más equilibrada del modelo de crecimiento, gracias a un menor lastre del sector exterior.

Al mismo tiempo, se mostró "razonablemente satisfecho" con la evolución de la inflación durante el pasado año, ya que, a pesar del incremento del precio del petróleo, la tasa media del 2004 fue la misma que en el 2003. Sí admitió Solbes que la política económica del Gobierno debe centrarse en conseguir la reducción del diferencial de inflación de España con la zona euro, que acumula 6 puntos desde 1999, para no seguir perdiendo competitividad, aunque afirmó que el diferencial de precios de cada año no es "excesivamente alarmante" y se puede explicar por el fuerte tirón de la demanda interna española.

Las reformas estructurales, en cocina

En todo caso, pese a las perspectivas de mejora de la economía durante este año, el titular de Economía afirmó que es imprescindible incrementar la productividad española —"claramente inferior a la del área euro y muy inferior a la de Estados Unidos"— para conseguir un crecimiento económico sostenido y mejorar la competitividad. Con este fin, defendió la necesidad de mantener la estabilidad presupuestaria, introducir cambios en la defensa de la competencia, acometer reformas estructurales en productos y mercados y generar un clima empresarial y un espíritu emprendedor.

En cuanto a las reformas estructurales, Solbes indicó que se aprobará un paquete de medidas de reforma económica que incidirá directamente sobre varios mercados, entre los que citó la energía, el transporte, la vivienda, el medio ambiente, las telecomunicaciones, los sectores regulados, los servicios postales y la distribución comercial, con el objetivo de eliminar las "trabas" que puedan dificultar su funcionamiento, aunque admitió que no se acometerán "cambios radicales".

En el mercado laboral subrayó la necesidad de reducir la temporalidad, entre otras recetas, y en el ámbito del mercado de capitales adelantó que el Gobierno quiere aprobar este año un nuevo marco legal para las entidades de capital riesgo y tiene la intención de flexibilizar el régimen de Instituciones de Inversión Colectiva y perfeccionar el mercado hipotecario.

Respecto a la reforma del IRPF, reiteró que se acometerá teniendo en cuenta ciertos "límites", como la necesidad de que sea suficiente para financiar las ambiciones en términos de gasto, y que se reducirán los tipos, favoreciendo a las rentas del trabajo. También se pondrá en marcha a lo largo de este año un 'Plan de Fomento Empresarial' para mejorar la capacidad innovadora de las empresas.

Desde la oposición, el portavoz de Economía del PP en el Congreso, Miguel Arias Cañete, propuso la creación de una subcomisión dentro de la Comisión de Economía para abordar el problema de la competitividad y el deterioro del sector exterior, acusó al Ejecutivo de no haber adoptado ninguna medida económica desde que gobierna y le reclamó la adopción urgente de reformas estructurales.