Hacienda asegura que su objetivo es atajar la "irracionalidad económica" que supone que el ahorrador elija unos productos en detrimento de otros por motivos fiscales y no por razones de rentabilidad o su mejor adecuación a sus necesidades. Según explicó Fernández Ordóñez durante la inauguración de las jornadas de seguros organizadas por Winterthur y El Nuevo Lunes, los futuros cambios responden también a razones de "justicia", porque los beneficios tributarios están siendo utilizados "fundalmentalmente" por las rentas más altas, frente al menor uso de las rentas inferiores.

Así, señaló que la aportación media anual de tramos de renta de hasta 12.000 euros fue de 789 euros en el año 2002, un 23% más que en 1996, mientras que en rentas superiores a los 120.000 euros la cifra aumentó un 96% en este periodo. Fernández Ordónez matizó que "queda tiempo" aún para estudiar los posibles cambios fiscales porque el Gobierno no presentará su reforma tributaria hasta dentro de un año, pero consideró "evidente" que en el futuro se irá, "sino a la desaparición de forma radical", sí hacia la "suavización" de los incentivos. "Que no sea el dirigismo del Gobierno el que diga qué producto tiene que contratar", agregó.

Según el secretario de Estado, este "movimiento a la simplificación" y de no condicionar la contratación de uno u otro producto va en línea con establecido en otros países para acabar con el "dirigismo" del gobierno y "dejar más a los individuos, a los sindicatos y a los empresarios que busquen las fórmulas que les parezcan más adecuadas". En opinión de Fernández Ordóñez, lo que corresponde hacer ahora es "aguzar el ingenio" para "ver cómo podemos tocar otras teclas del marco regulador" y ver cómo se pueden "retirar obstáculos" para lograr "estimular toda la previsión social complementaria".

Para el secretario de Estado de Hacienda y Presupuesto, es necesario impulsar tanto el tercer pilar —productos de previsión complementaria contratados por el individuo— como la previsión colectiva, "en el marco de la negociación social colectiva" en las empresa. Fernández Ordóñez realizó un balance positivo de las decisiones adoptadas en el pasado para impulsar la previsión complementaria entre las que subrayó el "transcendental" Pacto de Toledo y valoró además el buen ritmo de creación de empleo, que en el segundo semestre es "muy superior" a la primera parte del año.

También valoró que el número de suscriptores de productos de previsión y aportaciones haya mostrado una favorable evolución en los últimos años. Según sus cifras, el número de declarantes pasó desde casi 1,48 millones en 1996 a 2,8 millones en el 2002, mientras que las aportaciones se elevaron desde 1.819 millones a más de 4.900 millones de euros.

El coste para el Estado

Pero, por la parte que toca al Estado, indicó que se ha pasado de los 956 millones de euros dedicados a pensiones en el año 2000 a los 1.356 millones presupuestados para el ejercicio 2005, cifra que supera el presupuestos de ministerios como el de Asuntos Exteriores —de 1.000 millones— y el de Justicia —1.147 millones—.

Asimismo, señaló que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social alcanzará en el 2005 los 24.000 millones de euros, pero insistió en que hay "que tomar medidas" para evitar problemas en el futuro derivadas de las presiones demográficas y puesto que las pensiones son cada vez más caras. Fernández Ordóñez consideró, no obstante, que la "situación es manejable" y se presentan soluciones "más fáciles" que para acometer, por ejemplo el gasto sanitario. "Es manejable, podemos hacer frente a ella, pero tenemos que hacerle frente", subrayó, para señalar que la solución pasa por el pacto social.