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Estrella Económica - Economía 

19 de abril de 2004  



Solbes busca una economía más social y productiva sin pasar factura al ‘déficit cero’

La reforma fiscal socialista, gran incógnita por desvelar por el vicepresidente económico

Las Claves

El nuevo ministro tendrá que despejar la incógnita de si el PSOE apuesta por el tipo único o mantener varios tramos en IRPF

Los Datos

Solbes deberá cumplir el compromiso electoral de incrementar el gasto social sin castigar a las cuentas públicas

Estrella Digital/Agencias

Madrid

El mantenimiento del equilibrio presupuestario, el incremento de la productividad y la próxima reforma fiscal, que supondrá una rebaja de los principales impuestos, centrarán la acción política del nuevo vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, que dirigirá la política económica del próximo Gobierno socialista en un escenario macroeconómico que tiene como principales elementos el saneamiento de las cuentas públicas y los bajos tipos de interés.

El nuevo ministro, que desde ayer sustituye en el cargo a Rodrigo Rato, deberá hacer compatible los compromisos electorales del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de incrementar el gasto social con un mantenimiento del 'déficit cero', si bien el propio Solbes se ha apresurado a decir que su política económica tendrá en el horizonte la consecución del equilibrio presupuestario en el conjunto del ciclo.

En cualquier caso, Solbes accede al cargo con una situación de superávit presupuestario que le permitirá acometer la próxima reforma fiscal, una de las principales propuestas económicas que llevará a cabo el nuevo Ejecutivo socialista. La reforma del IRPF, aún por concretar en muchos de sus aspectos, contempla una reducción hasta el entorno del 30% de su actual tipo máximo, situado en el 45%, junto con un incremento del mínimo exento hasta los 12.000 millones de euros y una revisión profunda de las deducciones fiscales.

¿Y el tipo único?

Solbes deberá despejar la incógnita de si el PSOE apuesta por un modelo fiscal de tipo único en el IRPF, cuyo principal artífice, Jordi Sevilla, hoy nuevo ministro de Administraciones Públicas, viene defendiendo en los últimos años, o si por el contrario prefiere un impuesto con varios tramos para garantizar mejor la progresividad del sistema.

Junto con el IRPF, el nuevo ministro tendrá que acometer una rebaja del Impuesto de Sociedades para acercar su tipo máximo, que se encuentra en el 35%, a tasas del 30%, asimilando de esta manera las tarifas del IRPF y de Sociedades para evitar la creación de sociedades interpuestas que eluden el pago de impuestos.

La rebaja del Impuesto de Patrimonio y de Sucesiones, además de la reducción del IVA para algunos alimentos básicos y bienes culturales, que se compensará con un incremento de los impuestos que gravan el consumo de tabaco y alcohol, y la introducción de la progresividad en el impuesto sobre las plusvalías conformarán el resto de la reforma fiscal que deberá sacar adelante el nuevo responsable de la política económica del PSOE.

De esta manera, el Ejecutivo de Zapatero se compromete a mantener la presión fiscal y a llevar a cabo un modelo "más sencillo, justo y equitativo", que garantice el principio de progresividad y permita luchar mejor contra el fraude fiscal.

Los pasos más urgentes

En materia macroeconómica, Solbes deberá poner en marcha una nueva política económica que impulse el sector exterior y la inversión en bienes de equipo, ya que para los socialistas el modelo económico del PP, basado en el consumo interno y la construcción, está agotado y debe dejar paso a un nuevo tejido productivo, basado en la innovación, el capital humano y la ganancia continua de productividad.

Con carácter más inmediato, Solbes tendrá que hacer frente a las exigencias derivadas de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que obliga al Gobierno a fijar el techo de gasto del Estado para el próximo ejercicio antes del primer cuatrimestre del año en curso y a convocar el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para acordar con las comunidades autónomas el procedimiento de asignación individualizada del objetivo de déficit para cada una de ellas.

Asimismo, deberá modificar los Presupuestos Generales del Estado del 2004 para introducir los cambios que considere oportunos en aquellas partidas presupuestarias que quiere potenciar el nuevo Ejecutivo, entre las que se encuentran las destinadas al gasto social y a la I+D+i.



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