El departamento de Hacienda cifra en 10.500 millones de euros los resultados por actuaciones de control del fraude, el 13% más que lo presupuestado para el 2003, mientras que las previsiones de recuperación de deuda son de 2.600 millones de euros, el 11,6% más, explicó el ministro.
Montoro insistió en el objetivo de los próximos presupuestos de "avanzar en el proceso convergencia con un crecimiento del 3% y la creación de 300.000 empleos", así como en el reforzamiento del sistema de protección social y el perfeccionamiento de servicios públicos, como la seguridad y la justicia.
El ministro recalcó la relevancia del "equilibrio presupuestario, como el mejor escenario para seguir creciendo y creando empleo por encima de la media europea". Paralelamente, durante su intervención en unas jornadas organizadas por The Economist, Montoro afirmó que España se ahorrará el año que viene un total de 17.305 millones de euros en el pago de intereses de la deuda por el saneamiento de las cuentas públicas y la consolidación del equilibrio presupuestario.
Así, señaló que la reducción de la deuda pública del 68,1% del PIB en 1995 al 48,8% en el 2004 permitirá al Estado disminuir el importe del Presupuesto destinado a gastos financieros en un 2,2% del PIB. "Gracias a la política de saneamiento de las cuentas públicas, el ahorro de las administraciones públicas supera en 6 puntos al registrado en 1995, pasando de casi el -1,8 por ciento del PIB a superar hoy el 4,3%", añadió.
Críticas de la oposición
Durante el debate en el Congreso, el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, definió la política del Gobierno y en particular la del ministro Montoro, de "sainete" o, como define dicho término el diccionario, dijo, "pieza dramática, jocosa, de carácter popular". Llamazares calificó también de "minimalista" la intervención del ministro de Hacienda, porque sólo al final de ella se refirió a la política fiscal.
Además de criticar el continuo aumento de los impuestos, Llamazares acusó también al Gobierno de ocultar el verdadero gasto público y fiscal, así como la liquidación presupuestaria. El líder de IU alertó de que una cantidad de entre 24.000 y 30.000 millones euros, lo que supone más del 3% del PIB, no tributa impuestos porque se trata de economía sumergida. Además, añadió que no comparte las prioridades presupuestarias del Gobierno, "con un escaso gasto social y con beneficios sociales de dudosa efectividad en empleo y vivienda, frente a un gasto militar y de propaganda excesivos".
También el socialista Francisco García criticó la política presupuestaria y fiscal del Gobierno, tras referirse a una reciente encuesta del CIS, en donde más del 80% opinaba, dijo, que en España "hay aún mucho fraude tributario". Asimismo, en la actualidad se mantiene en España un escaso control del gasto del sector público, pese a los anuncios de equilibrio presupuestario difundidos por el Gobierno, denunció el diputado socialista. "Ustedes gastan más de lo que ingresan", aseguró García, dirigiéndose al Gobierno, mientras que al ministro Montoro lo calificó de "antiguo contable, incapaz de ver más allá del día a día", con lo que "está hipotecando la economía" española. |