Durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso y después de que el ministro de Hacienda adelantara el saldo presupuestario, el secretario de Estado de Presupuestos, Ricardo Martínez Rico, precisó que este superávit fue resultado de unos ingresos por importe de 69.354 millones de euros, el 0,8% más, y unos gastos de 68.596 millones, el 1,1% más.
En términos de caja, que contabiliza los ingresos y gastos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional, el Estado registró un déficit entre enero y agosto de 6.006 millones de euros, el 15,3% menos que un año antes. El saldo primario, una vez descontados los intereses, ascendió a 11.539 millones de euros, lo que supone el 1,58% del PIB y que cayó el 4% en relación al mismo periodo del 2002.
El secretario de Estado recordó que tanto las cifras de ingresos como las de gastos estuvieron condicionadas por la entrada en vigor el año pasado del nuevo modelo de financiación autonómica y el periodo transitorio que tuvieron los ejecutivos regionales para asumir las competencias sanitarias. Los ingresos no financieros del Estado y comunidades autónomas se elevaron en los ocho primeros meses a 91.416 millones de euros, el 5,3% más que un año antes, de los cuales 68.844 fueron para el Estado (el 0,8% más) y 22.572 para las regiones.
La recaudación por impuestos directos aumentó el 3,7% (el 2,8% excluidas las autonomías) y, dentro de éstos, el IRPF subió el 6,4% (el 6,1% sólo la parte del Estado). El de Sociedades, que no se reparte con las comunidades, bajó el 1,6%. Los ingresos por imposición indirecta se incrementaron el 8,6% (bajó el 1,3% la parte del Estado); en el caso del IVA el aumento fue del 10% (el 0,9% sin tener en cuenta lo recaudado por las comunidades).
La aportación de los impuestos especiales creció el 5,5% (descendió el 8,5% lo recibido por el Estado) y, dentro de éstos, destaca por su importe la subida del 10,5% el que grava el tabaco (el 0,2% sólo la parte estatal) y el incremento del 3,5% del de hidrocarburos (bajada del 9,6% sin contar con las autonomías). La recaudación por tasas y precios públicos se elevó hasta agosto a 2.960 millones de euros, el 43,5% más que en el ejercicio previo.
La necesidad de endeudamiento del Estado en contabilidad nacional al finalizar agosto se situó en 4.196 millones de euros, el 36,4% menos que en el 2002. Por último, en agosto el Estado tuvo un déficit de 1.659 millones de euros, el 129% más que en el mismo mes del 2002, resultado de unos ingresos de 6.484 millones de euros y unos pagos de 8.143 millones.
Equilibrio en el 2003
Durante la jornada "Las políticas de apoyo a la inversión privada", organizada ayer por la SEPI y la Gaceta de los Negocios, Montoro destacó la capacidad que ha demostrado España al "pasar" una crisis económica mundial sin disminuir básicamente el crecimiento ni la creación de empleo. Tras anunciar el superávit del Estado en los primeros ocho meses, el ministro destacó el crecimiento registrado por la inversión pública en ese periodo, que se incrementó el 13%.
En relación con los presupuestos generales del Estado para el 2004 que ultima el Gobierno y que se darán a conocer la semana próxima, el ministro destacó la apuesta realizada desde su departamento para intentar superar desde las cuentas públicas el crecimiento económico de este ejercicio. Según Montoro, la situación económica de la que disfruta ahora España, propiciada por la política económica impulsada por el Gobierno, permite "una posición saneada" a las empresas y una financiación holgada con tipos de interés bajos.
Respecto a Europa, Montoro se refirió al denominado Pacto de Estabilidad por el que los países integrantes del euro se comprometieron a mantener respectivos presupuestos equilibrados y dijo que "no es con déficit público como se crece mejor". En ese sentido, "seguiremos apostando por el saneamiento presupuestario como condición para el crecimiento económico", aseguró Montoro. |