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El secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez-Ponga y Salamanca, insinuó ayer, a modo de «mera curiosidad», que su presencia en la lista de imputaciones que, en relación al ‘caso BBVA’, ha presentado la Fiscalía Anticorrupción al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón se debe a que ocupa un alto cargo político más que a su implicación real en la trama de las cuentas de esa entidad bancaria en paraísos fiscales y la operativa realizada en Latinoamérica, sobre las que, insistió, no tenía ningún poder de decisión.
Rodríguez-Ponga recordó que «el fiscal pide que se me oiga como imputado, pero no me acusa de ningún delito», algo que «será porque soy secretario de Estado, porque si no lo fuera, mi nombre no hubiera aparecido».
Ponga se agarra al cargo
Lo que no contestó con claridad el alto responsable de la Hacienda Pública española es si dimitiría de su cargo si el juez Garzón finalmente acepta todas las peticiones del fiscal y le llama a declarar como imputado, aunque sea sin cargos, aunque sólo sea para que pueda acudir acompañado de un abogado y tenga mejor forma de defenderse que si fuera como testigo. «Lo que vaya a pasar en el futuro, aunque sea inmediato, ya se verá en el futuro», dijo para eludir mayor concreción en la respuesta. «Por lo que hay hasta ahora no se puede dimitir, la vida política no se puede basar en peticiones infundadas; las cosas hay que probarlas».
El secretario de Estado aseguró que esa decisión de no dimitir por las peticiones del fiscal era tanto personal como «compartida con mis jefes», y ante la insistencia sobre lo que ocurrirá si finalmente le imputa el juez reiteró que «el futuro es el futuro, y lo que tengo ahora encima de la mesa es el escrito del fiscal».
Explicaciones del BBV
En lo que respecta al contenido concreto de ese escrito del fiscal, Estanislao Rodríguez-Ponga quiso hacer hincapié, después de analizarlo con los técnicos y juristas de su gabinete, en que no se le imputa ningún delito que esté relacionado con el blanqueo de dinero del narcotráfico, como puede parecer. Frente a ello, insistió en que se enteró de que existía ese manual por la prensa, que no entiende nada de productos fiduciarios -porque él es especialista en temas fiscales, no jurídicos- y en que -«por lo que yo sé»- se elaboró cuando él ya estaba fuera del BBV.
En lo que respecta a esa operaciones y a Latinoamérica, asegura que no conoció cómo se hacía la operativa dado que fue gestionada por otro nivel diferente al de asesorar sobre los impuestos que se deben pagar. Más en concreto, Rodríguez-Ponga admitió que conocía a Nelson Rodríguez, dado que tuvo que consultarle el carácter jurídico de la operación de Probursa en México, que se hizo desde Puerto Rico, para saber qué deducción del Impuesto de Sociedades se podía aplicar en España con ello. «Otra cosa son las decisiones que se tomaron después y la operativa concreta del banco en la zona, sobre las que yo no tenía ningún conocimiento», aseguró.
Al hilo de esta versión, el secretario de Estado aseguró que espera la apertura del sumario para conocer las declaraciones concretas del testigo protegido -«que no se puede confirmar todavía que sea Nelson Rodríguez», advirtió-, dado que no entiende cómo le puede implicar en algo.
Es más, Rodríguez-Ponga espera también que desde el propio banco se aclare cuál era su categoría laboral y su trabajo, para que quede claro que no era jefe de nada, no tenía a nadie a cargo y carecía de toda capacidad de toma de decisiones. «Espero que el BBVA lo cuente todo y se diga la verdad exacta», aunque algunos se lleven una decepción», en referencia a los que esperan ver confirmada su implicación en el caso.
Otra cosa que aseguró no entender, y que quedó como una incógnita final en el encuentro con los informadores, es que no se imputa ni menciona a nadie en el escrito de los que en el banco eran sus superiores, algo que serviría para reforzar su tesis de que se le imputa por el cargo que ocupa actualmente más que por la función que realizaba en el BBVA como asesor fiscal.
El propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que quedaría en una situación difícil si su segundo secretario de Estado de Hacienda en menos de un año tuviera que dimitir por una supuesta implicación en un escándalo financiero, aseguró este miércoles en el Senado que las explicaciones que da Rodríguez-Ponga «son razonables» y «a día de hoy, no hay ningún motivo para promover su sustitución».
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