Los primeros días del mes se han saldado con largas colas
hechas en Hacienda por los contribuyentes para comprar impresos en
euros, obligatorios desde el 1 de enero. La Agencia Tributaria
admite “problemas” puntuales y remite a los servicios de ayuda al
contribuyente para solucionarlos. Hacienda sólo admite ya en pesetas
las declaraciones complementarias y extemporáneas.
Durante este mes son muchas las declaraciones tributarias que
deben presentarse en Hacienda. Hasta ayer tenían de plazo las
sociedades y empresarios individuales o profesionales con empleados
para presentar el resumen de retenciones sobre los salarios que
pagan, tanto del cuarto trimestre del año como el resumen anual. El
30 de enero termina el plazo para el pago fraccionado del IRPF del
cuarto trimestre. Pero también hay obligación de presentar el último
trimestre de IVA y su resumen anual. Así hasta superar la veintena
larga de modelos tributarios. Una lista casi tan amplia como las
colas que se han formado en los primeros días de enero en las
ventanillas de venta de impresos de Hacienda. El motivo no es otro
que comprar los nuevos modelos en euros.
Desde el 1 de enero, sólo es posible presentar en pesetas las
declaraciones complementarias y extemporáneas. Esta situación ha
provocado que durante los primeros días del año multitud de
contribuyentes se dirigieran a las ventanillas de venta de impresos
para comprar los nuevos modelos. Delegaciones de Hacienda como la de
Guzmán el Bueno en Madrid han vivido un auténtico caos: colas en la
calle para acceder al edificio, para coger el número de la máquina
expendedora y esperas de más de tres horas hasta llegar a la
ventanilla. Una vez allí, algunos contribuyentes se iban confusos.
“Me han dicho que no compre demasiados impresos porque aunque
este modelo sirve, quizá lo vuelvan a cambiar”, señalaban,
sospechando que lo que se pretende quizás sea evitar un acopio
excesivo que deje sin existencias. Según el despacho Díaz Arias, la
falta de provisión de modelos se soluciona bajando los impresos de
Internet. “No obstante, siempre es necesario algún modelo en papel.
Como en la delegación de Guzmán el Bueno es imposible comprarlos,
vamos a otras más pequeñas”, señalan, con la consiguiente pérdida de
tiempo.
La situación se repite en localidades como Valencia, Sevilla o
Málaga, donde las dificultades para hacerse con los nuevos impresos
está causando quebraderos de cabeza a las gestorías. En Barcelona,
la situación no ha sido tan grave. Con el objetivo de agilizar el
trámite, la delegación central de Hacienda ha divido las colas en
función del número de impresos requeridos.
Desde la Agencia Tributaria se intentó ayer quitar hierro al
asunto, dando una apariencia de normalidad, aún reconociendo la
existencia de algunos problemas “puntuales”. En rueda de prensa, su
director general, Salvador Ruiz Gallud, enumeró los servicios de
ayuda que disponen los contribuyentes, desde el teléfono de
información tributaria (901 335 533), pasando por la página web
(www.aeat.es) y los 1,8 millones de cartas enviadas a empresarios y
profesionales.
Gallud recordó que desde el 1 de enero todas las declaraciones y
autoliquidaciones tributarias han de expresarse en euros, aunque se
refieran a 2001. Los certificados de retenciones e ingresos a cuenta
y las notificaciones o comunicaciones también se expresarán en la
nueva divisa.
Las declaraciones extemporáneas y complementarias en pesetas
serán válidas si son de ejercicios para los que no se aprobó modelos
en euros. Entonces han de acompañarse del modelo 777, de ingreso o
devolución. Gallud calificó de “chapuza” emitir facturas en pesetas
y reescribirlas en euros: “La moneda que debe aparecer en los
documentos válidos es el euro”.
Publicado en página 16