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Expansión Directo - Economía
19 de octubre de 2001


La Comisión Europea propone crear un único impuesto de sociedades para la UE

Antonio León | Bruselas

Bruselas cree que la existencia de quince sistemas nacionales de imposición sobre las empresas se ha convertido en un obstáculo para el mercado único y ha adelantado ya su deseo de crear un único impuesto de sociedades europeo que permita acabar con las prácticas fiscales de competencia desleal.

Los servicios de Mercado Interior y Fiscalidad de la Comisión Europea pondrán el martes sobre la mesa del Pleno de comisarios el plan de Bolkestein para avanzar en la armonización de la fiscalidad de las empresas.

La propuesta más ambiciosa del documento es la creación de un impuesto europeo de sociedades que remplace a los quince regímenes nacionales que actualmente se aplican en la Unión Europea.

El documento justifica su propuesta aclarando que "las empresas europeas se enfrentan a una zona económica única en la que se aplican quince sistemas de impuesto de sociedades [...] y esta situación se ha convertido en causa de pérdidas de eficiencia económica, genera costes y contribuye a la falta de transparencia".

El informe, preparado por el equipo del comisario Bolkestein, añade que la diversidad de impuestos de sociedades es un freno a las operaciones de reestructuración de las empresas en Europa, como las fusiones, o la expansión en los diferentes mercados nacionales de los Quince.

Para el comisario, la actual situación altera decisiones empresariales que, como en el caso de la localización, deberían ser tomadas exclusivamente con criterios de eficiencia, y da lugar a desigualdades de trato, ya sea para favorecer a las empresas nacionales, para atraer capital extranjero, o para evitar la repatriación de inversiones.

Bolkestein afirma que, además, la disparidad legal ha provocado situaciones de doble fiscalidad en empresas con presencia en varios países que dificultan su gestión.

Los servicios de Fiscalidad y Mercado Interior de Bruselas, argumentan que la armonización que proponen se traduciría en una reducción de costes para las Administraciones Públicas de los Quince y en la disminución de las oportunidades de fraude de las empresas.

La próxima ampliación de la UE a los países del Este supone, según aclara el documento, una necesidad aún mayor de llevar a cabo esta armonización con el fin de evitar que la llegada de trece nuevos países multiplique la actual complejidad normativa.

Bolkestein, pese a que confía en que su comunicación reciba el martes el visto bueno del Pleno de comisarios, es consciente de las dificultades que puede tener este texto en su negociación con los Quince.

Para evitar que una oposición frontal acabe con sus deseos armonizadores, el comisario ha incluido otras medidas menos ambiciosas que, como admite expresamente el documento, "cumplen el objetivo de retirar los obstáculos a las actividades empresariales de ámbito comunitario, sin requerir un cambio tan fundamental".

En esta segunda batería de medidas se encuentra la propuesta de crear un impuesto europeo obligatorio para las sociedades paneuropeas que funcionaría de forma paralela a los sistemas nacionales. También se plantea la determinación de un tipo de base único europeo y la aplicación del impuesto del país de origen de la empresa en toda la UE.

Entre el resto de las propuestas relevantes figuran la creación de un acuerdo único entre Estados que sustituya la actual red de 100 acuerdos bilaterales entre los Quince, facilitar las reestructuraciones mediante la revisión de la directiva sobre concentraciones y aumentar la cooperación e intercambio de informaciones entre las autoridades tributarias nacionales.



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