Fomentar la natalidad, que aumente la oferta de casas en alquiler e incentivar la búsqueda de empleo de las personas paradas son las tres grandes líneas de actuación de la reforma del impuesto sobre la renta que prepara el Gobierno. Si el calendario se cumple, el nuevo IRPF entrará en vigor en enero de 2003.
En la próxima primavera, el Gobierno tiene la intención de estar ya en condiciones de presentar a las Cortes el que será nuevo impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Un impuesto que contemplará incentivos para contribuyentes con hijos menores de tres años, para propietarios de vivienda en alquiler y para quienes dejen de percibir prestaciones de desempleo por encontrar un trabajo.
Según anunció ayer el secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez-Ponga, durante su comparecencia en la comisión de Economía y Hacienda del Congreso, la reforma "está aún en fase preliminar". Lo que significa que el Gobierno sabe lo que quiere hacer, pero aún no sabe cómo.
Respecto a la tarifa del IRPF, Rodríguez-Ponga recordó la promesa del Gobierno de rebajar el tipo máximo del 48% actual al 46%, y el mínimo, del 18% al 15%. Asimismo, fuentes de Hacienda no descartan que también se estudie la eliminación de alguno de los seis tramos que hay en la actualidad. Rodríguez-Ponga, que recordó que la última reforma del IRPF de 1999 "supuso una menor recaudación de 1,7 billones de pesetas", no evaluó el posible impacto que podrían tener los próximos cambios.
Entre las medidas de apoyo a la familia, el IRPF podría establecer una compensación adicional a partir del tercer hijo y mejorar el trato fiscal de familias a cargo del cuidado de personas mayores o con discapacidad.
Entre las rebajas que actuarán sobre los salarios, Rodríguez-Ponga afirmó que el contribuyente en paro y con hijos recibirá una compensación en el IRPF por la prestación de desempleo que deje de percibir a consecuencia de haber encontrado un puesto de trabajo. Y reiteró la mejora del trato fiscal de los sobresueldos como renta irregular, esto es, generada durante los años trabajados por el empleado que los percibe y siempre que se hagan extensivos a toda la plantilla.
El secretario de Estado anunció como líneas de actuación fiscal de España durante su presidencia en la UE el impulso a una propuesta de directiva en materia de IVA para simplificar el régimen especial de agencias de viaje, generalizar el régimen de gasóleo profesional dentro de la UE, con vistas a su introducción en España, y una mayor coordinación en fiscalidad del ahorro con EE UU y Suiza, entre otros territorios.
Rodríguez-Ponga también repasó los ingresos tributarios durante los 10 primeros meses del año anunciados un día antes por la secretaria de estado de presupuestos, Elvira Rodríguez y, entre otros resultados, recordó que la recaudación por el impuesto primas de seguros ha ascendido a 134.000 millones de pesetas.
Críticas a la falta de actualización de la tarifa
En respuesta a los anuncios de mejoras fiscales realizados ayer por el secretario de Estado de Hacienda, el diputado socialista Germà Bel acusó al Gobierno de prometer rebajas cuando "las familias con rentas inferiores a los 6,5 millones de pesetas o los contribuyentes individuales con rentas por debajo de los tres millones de pesetas pagan un 3% más de impuestos por el hecho de no haber actualizado la tarifa del IRPF desde 1999". Asimismo, Bel estimó que las últimas subidas que han experimentado hasta 11 tributos en 2002 harán que los contribuyentes paguen de más "400.000 millones de pesetas, unas 35.000 pesetas al año por familia"
Por su parte, el secretario de Estado afirmó que "hoy se paga menos IRPF que en 1996". Y añadió que "según las estadísticas, aumenta la presión fiscal; sin embargo, los impuestos bajan", lo que se debe a que haya más contribuyentes. Respecto a las medidas fiscales de la ley de acompañamiento, el secretario de Estado se defendió de las acusaciones de la oposición sobre que no tienen en cuenta el entorno de desaceleración económica. Así, afirmó que el nuevo trato a las empresas hará que en lugar de diferir sus inversiones las adelanten a 2002, al tiempo que para Hacienda ya en ese año tendrán efecto gracias a los pagos trimestrales.
Publicado en página 20