ECONOMIA
Viernes, 5 de febrero de 1999
EL MUNDO periodico

Inspecciona a menos contribuyentes, pero aumenta el control sobre los colectivos de mayor riesgo - El año pasado levantó actas a 36.000 declarantes

Hacienda se vuelve más selectiva en el control del fraude fiscal


CARLOS SANCHEZ

MADRID.- Menos actas pero más cuantiosas. Esta es la filosofía que impera en la Agencia Tributria, en la que se ha optado en 1998 por inspeccionar de forma concienzuda a menos contribuyentes, pero intensificando la labor fiscalizadora respecto de los colectivos con mayores probabilidades de fraude fiscal.

El resultado de este cambio de filosofía se resume en que el año pasado Hacienda abrió actas a 36.303 contribuyentes, lejos de los 51.274 expedientados un año antes, lo que supone un descenso del 29,2%. A cada contribuyente, como media, se le levantaron 2,3 actas.

La cantidad de dinero presuntamente defraudada es, sin embargo, mayor. Si en 1997 la deuda media por contribuyente inspeccionado por Hacienda ascendió a 9,7 millones, el año pasado la media por acta fue de 13,3 millones de pesetas. En total, la deuda instruida en las actas de inspección ascendió a 482.467 millones de pesetas.

Si además de las labores inspectoras -generadoras de un acta- se agregan las actuaciones mediante la simple comprobación de datos (gestión y recaudación) o las derivadas de las actuaciones realizadas por Aduanas, el resultado final es que el año pasado se cerró con un fraude descubierto superior al billón de pesetas.

En total, la deuda instruida (a falta de la firma de los responsables de la inspección) ascendió a 1,066 billones, lo que supone un incremento del 12,50%, mientras que la liquidada (la que ha completado todos los trámites administrativos) ascendió a 1,056 billones, con un aumento mucho menor del 3,10%.

Tribunales

En cuanto a las actuaciones que llevan aparejadas un delito fiscal, Hacienda avanzó ayer que se han enviado a los tribunales unos 700 expedientes, por una cuantía que asciende a 142.398 millones de pesetas. Esta cifra representa un aumento del 174% respecto de la registrada en 1997.

Hacienda avanzó ayer estos datos, días antes de que su responsable, Juan Costa, tenga que comparecer en el Parlamento para presentar el habitual informe cuatrimestral sobre evolución de la recaudación pública.

La comparecencia de Costa ha cobrado más interés después de que en su última intervención fuera acorralado por los diputados de la oposición sobre un presunto empeoramiento en la lucha contra el fraude.

Para el debate del próximo martes en el Congreso, los partidos de la oposición contarán con la alianza de los subinspectores de Hacienda que, en plena guerra profesional con los responsables del fisco, han calificado como falsos los datos suministrados por sus superiores. Como consecuencia de ello, han pedido formalmente la creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre las actuaciones de la Agencia Tributaria.

Esta es una de las decisiones adoptada en la asamblea celebrada ayer por los subinspectores, según informó la presidenta de la Asociación de Subinspectores de Tributos, Alicia Arteta. Arteta indicó, informa Efe, que la Asociación ha apelado al Tribunal Supremo para que suspenda cautelarmente un artículo del Reglamento General de Inspección, por considerar que perjudica los intereses profesionales de los subinspectores y vulnera los derechos de los contribuyentes.

Muy al contrario, el director de la Agencia Tributaria, Ignacio Ruiz Jarabo, calificó de «técnicamente imposible» la posibilidad de que los resultados de la Agencia Tributaria se puedan «falsear» y dijo que las acusaciones de los subinspectores «no se corresponden con la realidad».

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