Gaceta Fiscal

Noticias Fiscales 6 de noviembre de 1998


Los subinspectores denuncian la intensificación de inspecciones "basura" para mejorar los resultados de la Inspección y Hacienda lo desmiente.

La Asociación de Subinspectores de Tributos denunció ayer el incremento "artificial" de los resultados de la Agencia Tributaria por la intensificación de inspecciones "basura", ordenadas por la dirección de Hacienda para "tapar" la caída de la recaudación.

Así lo explicó en un encuentro con la prensa Alicia Arteta, vicepresidenta de la Asociación de Subinspectores de Tributos, que desde hace más de un año mantiene un conflicto con la Agencia Tributaria por las competencias de estos funcionarios, que -según Hacienda- es, simplemente, un asunto de retribuciones.

Según las cifras que aportó la Asociación, que proceden de la base informática de la Agencia, el número de contribuyentes inspeccionados de forma exhaustiva representa en líneas generales menos de la mitad de aquellos a los que se les aplican las que los subinspectores denomina "basura".

Así, en Madrid, hasta el 30 de octubre, se inspeccionaron de forma exhaustiva 2.802 contribuyentes y se hicieron otras comprobaciones de menor calado, "basura", a 4.483 declarantes (el 160 por ciento sobre los primeros), cuando el Plan de Inspección recoge en sus objetivos que las segundas no superen el 90 por ciento de las primeras.

En otras provincias, ese porcentaje sube hasta el 610 por ciento, caso de Lugo, al 431 por ciento (Cuenca), al 368 por ciento (Teruel), o al 340 por ciento (Burgos) y está por encima del 200 por ciento en, al menos, otras seis provincias.

Estas inspecciones "basura" se centran, por ejemplo, en convertir en sanción la no declaración de premios en los bingos, sean de la cuantía que sean, en computar como contribuyente inspeccionado aquel al que simplemente se le requiere para verificar un dato (tales como la presentación del NIF) o a otros a los que únicamente se les piden datos para comprobar su devolución de la renta.

La mayoría de estas funciones corresponden al departamento de gestión, pero se están imputando al de inspección, para "inflar" sus resultados, que -según los datos de los subinspectores- han caído desde el comienzo del año en más de 200.000 millones de pesetas en términos de deuda liquidada por actas de inspección, con un descenso cercano al 50 por ciento en el número de contribuyentes inspeccionados sobre el mismo periodo del año pasado.

La Asociación de Subinspectores pedirá en los próximos días al director general de Inspección, Francisco Valencia, que ponga freno a esta situación y tantea con los grupos parlamentarios la posibilidad de pedir la apertura de una comisión de investigación parlamentaria que analice las actuaciones de la Agencia Tributaria.

Además, Alicia Arteta dijo que es falsa la afirmación del secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, de que ya no queda nada pendiente de liquidar de años anteriores, y aseguró que el 30 por ciento de las actas de inspección de este año son de otros ejercicios y, en el caso de delito fiscal, "la mayoría" tampoco corresponden a este año.

La razón fundamental que alegan los subinspectores en este conflicto es que desarrollan las labores propias de los inspectores, como concluir los expedientes de inspección, lo que puede llevar a la nulidad plena de las actuaciones.

En este sentido, explicó que los contribuyentes ya están empezando a presentar recursos ante los tribunales económico-administrativos pidiendo el archivo de las diligencias porque el expediente ha sido instruido por un subinspector.

La Agencia Tributaria salió ayer mismo al paso de las acusaciones vertidas por la Asociación de Subinspectores de Tributos, y afirmó que cumple los objetivos previstos en el Plan de Inspección de 1998, donde se establecía mayor número de actuaciones selectivas para combatir el fraude.

Ante las "descalificaciones" de los subinspectores, la Agencia Tributaria difundió una nota en la que recuerda que el Plan de Inspección de 1998 establece como criterio la sustitución de las comprobaciones masivas y superficiales por actuaciones selectivas de la inspección destinadas a descubrir los grandes fraudes y los de carácter organizado.

Tras asegurar que este cambio se hizo a primeros de año y desde entonces no ha habido variación alguna, la Agencia recuerda que la propia Comisión Europea recomendó en septiembre pasado a los países miembros de la UE que abandonaran las comprobaciones masivas o meramente formales en favor de actuaciones en profundidad, "confirmando por tanto la línea de actuación que se recoge en el Plan Nacional de Inspección".

La nota de la Agencia Tributaria, que consta de cinco puntos, rechaza las cifras facilitadas por la Asociación de Subinspectores y "lamenta que por intereses de parte de los miembros de este colectivo se esté cuestionando el funcionamiento de la Agencia Tributaria y la labor que desempeñan sus 27.000 trabajadores".

La Agencia reitera su voluntad de diálogo con el colectivo y recuerda que fueron sus representantes quienes el pasado 2 de octubre abandonaron las negociaciones, tras lo cual insiste en que "no hay ningún problema de legalidad en la manera en la que se están desarrollando las inspecciones".